Voces de libertad
Hablar del pueblo Garífuna es recorrer una historia tejida con hilos de resistencia, identidad y herencia espiritual. una cultura viva, y ancestral, que ha sobrevivido al desarraigo, el exilio y al olvido, manteniéndose firme como un faro de dignidad en la costa hondureña.
Los Garífunas no son solo un grupo étnico; son un legado vivo que nació de un encuentro forzado entre africanos y nativos caribes en la isla de San Vicente, y que más tarde echó raíces en las tierras de Centroamérica tras su deportación en el siglo XVIII. Esta travesía de dolor y valentía dio origen a una identidad única, con una lengua propia, una espiritualidad profunda y una relación especial con el mar, la tierra y la música.
Este post es una recopilación histórica que busca conservar y compartir la memoria de ese pueblo. Desde sus orígenes en el Caribe insular, su llegada a las costas de Honduras en 1797, hasta su papel en la sociedad contemporánea, aquí se recogen relatos, voces y luchas que han marcado el alma Garífuna.
El lector encontrará más que fechas y eventos: hallará el espíritu de un pueblo que canta su historia al ritmo del tambor, que honra a sus muertos para fortalecer a los vivos, y que sigue luchando por el reconocimiento, el respeto y la preservación de su cultura.
Que estos escritos sirva como puente entre generaciones, como llamado a la conciencia y como tributo a la resiliencia de un pueblo que, contra todo pronóstico, sigue de pie, orgulloso de su raíz y su legado.
Por: Denis Marcial Cruz
Garínagu el Pueblo que vino de las profundidades del mar
Derechos Autorales: Armando Crisanto UAYUJURU S.M.

El pueblo garífuna, es producto de ancestros esclavos africanos, quienes escaparon de las islas Antillanas Menores, y en especial de “Barbados” a St. Vicente, asumiendo responsabilidades de ser una sociedad fugitiva. Esto ocurrió según datos, en los años de 1636-1676. El navegante francés “Peré Gubergeon”, cuenta que, cuando arribó a la isla de St. Vicente en el año 1653, calculó que había una población de 10,000 indios caribes en dicha isla. En la lectura del libro The Rise and Fall of The Black Caribs, explica: Que no se puede precisar, y es difícil determinar el origen de los negros en St. Vicente. Se tienen avances en creer que, los hombres negros llegaron a St. Vicente, en diferentes formas y momentos: Una hipótesis dice que un grupo de negros fugitivos fue capturado y esclavizado por un grupo de indios Caribes. El misionero dominicano Armand de la Paix, aseguró en sus escritos, que el arribo y proceso socio-histórico de los negros en St. Vicente, fue más temprano.
En el calendario documental estatal del Estado británico, se encuentran anotaciones de que en los años de 1661 y 1662, se refieren a todos los indígenas y algunos negros en St. Vicente. Lord Willoughby, quien describió a St. Vicente; valorando su geografía toponímica como maderero, indios y negros. El Sr. Phillip Warner, testimonió en el año de 1676, que en St. Vicente, habitaban 3,000 negros. La segunda mayor información sobre los negros en St. Vicente. Hay datos fehacientes que informan que vinieron en un barco negrero traídos desde la garganta de Benin, West África, a la isla de Barbados. La tercera información; según investigación es probablemente la más importante. En ella se describe que los negros emigraron desde Barbados a St. Vicente.
Se menciona también, que la mayoría de las islas Antillanas Menores, incluyendo a Barbados, St. Vicente y Dominica, fueron dejadas para que las habitaran los indios caribes. En un pasaje de la historia, apunta que los esclavos de Barbados, no tardaron en descubrir un bote que había sucumbido frente a la isla de St. Vicente, y que los sobrevivientes disfrutaban más su libertad internándose en las montañas bellas e inhóspitas de St. Vicente. En esa jungla se convierten en comunidad políticamente cimarrona. También varios esclavos negros de Sta. Lucía, usaron el mar como ruta segura para escapar a St. Vicente y disfrutar de la libertad. Según otros datos documentados, señalan que la instancia del pueblo garífuna en St. Vicente, se valora en una estancia que duraría 161 años. Durante el proceso de esos años, los garífunas afrontaron rechazando actitudes violentas de los indígenas caribeños, franceses y británicos, para mantener la autodeterminación de independencia y libertad. Dichas relaciones confrontativas, y luego diálogos de cooperación mutua con los franceses, tuvo el impacto en los garífunas, ya que más tarde adoptan por tener nombres franceses, tales como: Pierre, Gaetau, Tausse, Caimont, Guerin, Anselm, Thuriau, Laline, Bruno, Chatouye y Jean Baptiste.

El Sr. Duvalle, fue hermano del gran jefe de jefes, Chatouye. Según documentos históricos, hablan que los franceses y británicos le tuvieron mucho respeto al Sr. Duvalle, catalogándolo como un hombre con mucha cultura y sabiduría, y que él era el más inteligente de su pueblo, que su civilización no se basaba en un estado de esclavitud. Esta fue la opinión del Sir William Young, cuando visitó St. Vicente en el año de 1791, como producto de un diálogo sostenido con Shatuyer, Duvalle y seis de sus hijos. Durante la segunda guerra caribeña, el jefe superior de los garífunas (Chatouye), afrontó en varias ocasiones en busca de encontrar la paz con él, Sir William, y sofocar las hostilidades de la guerra. Las estrategias políticas de la sociedad garífuna, organizadas y planificadas por el Sr. Chatouye, con asistencia de su hermano Duvalle, fue en dividir las guerrillas nombrando a: jefes, Subjefes, Negociador y jefe Superior; (este último era Chatoyer). Los jefes y sub-jefes manejaban el estado de guerra defendiendo sus comunidades que fueron un total de 11, y Chatoyer, solamente aparecía cuando la comunidad garífuna se encontraba en emergencia en plena guerra. El Sr. Chatoyer, en una de esas negociaciones de paz con el comisionado Sir Chairman al referirse al rey británico, le preguntó que de cual Rey le hablaba: ¿Qué Rey? Probablemente la pregunta del Sr. Chatouye era, porque la comunidad garífuna no reconocía ninguna soberanía británica en St. Vicente, y que el único Rey era él (Chatoyer). El misionero negociador en representación de Chatouye, fue el Sr. Abbe Valladares. También el Sr. Valladares, era uno de los misioneros religiosos, que más tarde fue separado como negociador, por no ampararse en los conceptos de autodeterminación de los garífunas. Los garífunas consideraron al Sr. Valladares; que su actitud era de traición subversiva. Hay una leyenda, que dice: Que un día, el Sir William Young iba manejando su carruaje tirado por 2 magníficos caballos blancos, y que se encontró con el gran jefe Chatoyer, a quien le expresó su admiración. Sir William, con una actitud generosa le ofreció a (Chatouye) que volteará a ver al otro lado de la calle y que señalará la isla. Chatouye, le respondió a Sir William, diciéndole que era más que bienvenido a la isla, si así él lo deseaba. Hoy día se le llama a esa isla señalada; “Young Island”. El Sir William Young Jr. (hijo), heredó esa propiedad (Young Island), de su padre. Posteriormente Sir William Jr. llegó a ser gobernador de la isla de Tobago.
El tratado firmado por británicos y garífunas
En febrero de 1773, se firma el tratado de paz entre el Gobierno Británico y Garínagu, con el fin de provocar la sintonía que esté de acuerdo con el pensamiento del Sir Edwars, quien había hecho una introducción, teorificando que se hablaba de un mal entendido sobre el mayor Sir Dalrymple, por su expedición. El Sir Dalrymple, decía en su reporte expedicionario que tenía el sentimiento de que los caribes eran honestos y pacíficos, y por los acontecimientos represivos, los empujó a defenderse y mantener su libertad e independencia, y asegurar la sobrevivencia. Por esas valoraciones, le firmaremos este tratado de paz para terminar la campaña de sometimiento y ofrecerles honorables términos de paz al pueblo caribeño (garífuna). Los términos del tratado fueron impresos en la Gaceta Gubernamental Británica en el año de 1773, “Esta proclama o tratado tiene 24 numerales en Artículos, firmados por Sir W. Dalrymple en representación de su Majestad, y los Garífunas que describimos a continuación: Sr. Jean Baptiste, Sr. Boufone Begot, Sr. Boyordell, Sr. Dirang, Sr. Chatoyer, Sr. Doucre Barramont, Sr. Lalime Junior, Sr. Broca, Sr. Saloe, Sr. Francais Laron, Sr. Saint Laron, Sr. Anisette, Sr. Clement, Sr. Bigott, Sr. Simon, Sr. Lalime Senior, Sr. Baüamont, Sr. Justin Baüamont, Sr. Matthieu, Sr. Jean Louis Pacquin, Sr. Ga del Goibao, Sr. John Baptiste, Sr. Lonen, Sr. Bayudon, Sr. Dvallet, Sr. Boucaru, Sr. Deruba Badiliiard, y; Sr. Canaia. Prosigue diciendo Sir Dalrymple, enfatizando con seriedad, tomando el Numeral 24, como referencia bondadosa, del tratado o proclama, y expresa lo siguiente: Los garífunas no creyeron en las creencias espirituales de los hombres ingleses, sobre Dios, y es posible que ellos jamás hayan oído de la interrelación entre Dios y Jesucristo. Como podría su Majestad George III, de la gran Bretaña, pensar que sus instintos eran nebulosos. (Como puede ser, tener expectativas de esconder dicho artículo del tratado, porque el lenguaje del tratado tenía fines de alienar los espíritus contrarios a los espíritus garífunas).
Referencia al numeral 24, como articulo especial del tratado
El discurso británico, en ese momento fue el siguiente: Nosotros A. B. juramos en el nombre de la inmortalidad de Dios y Jesucristo que llevaremos nuestra lealtad a su Majestad Jorge Tercero de la Gran Bretaña, Francia e Irlanda, Rey defensor de la fe y que nosotros daremos la debida obediencia a las leyes de Gran Bretaña y la Isla St. Vicente. Observaremos debidamente, verdaderamente todo el articulado del tratado que se concluya entre dicha Majestad y los caribeños (Garífunas); y nosotros, además reconocemos que su Majestad es bondadoso y Soberano de toda la Isla de St. Vicente, y que las tierras ocupadas por nosotros a los caribeños, serán otorgadas por la clemencia de su Majestad.
(…Los garífunas tienen su propia cosmovisión y no estaban de acuerdo con la fe y creencias que pregonaban como conquista, y tampoco no reconocían ni reconocieron la lealtad a la corona británica…).
En efecto el gran jefe Shatuyer, en negociaciones anteriores con los británicos a finales del mes de junio de 1771, en busca siempre de la anhelada paz, que posteriormente un año y ocho meses más tarde (en febrero de 1773), se firma la proclama o tratado de paz entre británicos y Garinagus. En aquel entonces, en Junio de 1771,
El Sr. Joseph Chatoyer, expreso el siguiente discurso.
“Nos llena de mucha satisfacción en escuchar que los contratos de tierras hechas a sus camaradas han sido cancelados, porque nosotros siempre nos opusimos a que tales ventas se hicieran. Referente a la soberanía de su majestad, hemos aclarado repetidas veces y en los términos más absolutos, que jamás permitiremos que algún europeo, cualquiera que sea, invente colonizar nuestro territorio. Negamos rotundamente cualquier inicio de lealtad a la corona británica, porque no conocemos, ni reconocemos a ningún Rey o Reyna”.
Surge la primera generación garífuna en Honduras
A principios del siglo XVIII; nace y surge la primera generación garífuna hondureña (tercer cuna) la primera generación, ni la segunda, ni la tercera tenían la calidad de ciudadanos hondureños, los habitantes garífunas, el estado de Honduras, nunca realizo una estadística de salud, educación, social, económico y cultural. Pero si fueron utilizados para los votos políticos, con el fin de elegir a las autoridades, municipales, presidenciales y diputados mestizos, etc. En ese entonces y hasta los 80s, se elige uno que otro Garifuna como ministro, diputado o alcalde. La historia transmitida vía oral por los abuelos, abuelas, bisabuelas, bisabuelos y padres sanvicentinos a sus hijos(as), hondureños(as), fue el síndrome de los acontecimientos violentos afrontados contra los esclavistas, en un escenario de 161 años en St. Vicente, y mas los eventos dolorosos sufridos en menos tiempo en Honduras. Por ello la primera y segunda generación de Afro-hondureños (garífunas), mantuvo los moldes y dogmas transferidos como resistencia contra los habitantes del país, para mantener la paz entre ambos. El temor latente confrontativo del Garifuna, es producto de las batallas encarnizadas contra los blancos, mestizos e indígenas en St. Vicente para mantener su libertad e independencia. Estos eventos de ejercicio mentales, los llevo a auto-refugiarse en el territorio (faja del litoral atlántico o el caribe). Los afro-hondureños(garífunas), hasta el dia de hoy siguen siendo excluidos, discriminados en forma sutil por los diferentes estratos sociales de Honduras. La actividad psicosocial de valentía del garífuna, lo llevo a preferir vivir distanciado de las personas que no tenían su pigmentación negra, porque veían en el indígena hondureño como el mismo indígena de St. Vicente. El trauma histórico los llevo a verlos como enemigos. Este hecho lo narra en prosa la cantautora Sra. Sara Julia Morales (sanvicentina), tatarabuela del Sr. Crisanto.
Dügü religión materna Garifuna

El Dügü es parte de las religiones que se crearon en las Américas por los hombres negros, traídos como esclavos desde África, donde los opresores les cerraron todos los espacios de comunicación. El Dügü pertenece a la cultura materna garífuna.
Los hombres claves en la ritualidad, ceremonias (Teología) del proceso religioso garífuna son dos personajes:
GABUNSANDUJATI: (Panteonero) Personaje que percibe cuando va a fallecer una persona en la comunidad.
BUYEI O SAURIN: Científicamente son conocidos como SHAMANES, son personas con poderes extrasensoriales y son los que interceden entre los espíritus de los ancestros fallecidos y las personas vivas del familiar (CLAN). La filosofía de la existencia de la vida física y la existencia de la vida POST-MORTEN en el mundo espiritual.
Así como lo explicamos sobre el concepto del alma múltiple y su definición de esos elementos, ANIGUI, A FURUGU, UWANI y AMUÑANI. Dichos elementos resumen la existencia del hombre en su dimensión normal. Cuando uno de esos elementos se pierde o se aparta por alguna fuerza negativa, el individuo pierde sus facultades normales como ser humano y para ello necesitará asistencia del BUYEI.
Por lo general la pérdida de la captura de esos elementos figurativos surgen al dormir. El dormir es el momento más elevado de la sabiduría comunicativa de los ancestros (CLAN) y también es el momento más peligroso, porque en ese estado el Áfurugu sale del cuerpo físico a dar un rol a los lugares que la persona despierta suele ir a visitar, y es cuando durante esa ronda otros poderes tienen la oportunidad de atrapar a dicho elemento durante su regreso al cuerpo que pertenece.
Elementos del Cristianismo
En la religión DÜGÜ, existen tres elementos del cristianismo para su condición como ser: Teología, Liturgia y Moral. Entrando en los elementos cosmogónicos de los garífunas explicaremos el concepto de alma múltiple y uno más… El ser humano tiene tres almas y uno más.
UWANY (EL ALMA), es la fuerza vital. Es la vida conceptual de la existencia y le da sentido de la vida al ser. Se manifiesta a través de los signos vitales, se localiza en la cabeza. Puede sufrir accidentes ya sea en la niñez o adulto, por esa razón necesitará de un auxilio espiritual para que sobreviva. Se diluye con la transformación del cuerpo, después de la muerte en energía.
ÁFURUGU (ES EL ESPIRITU O ÁNGEL GUARDIAN). Este no tiene un lugar localizable. Acompaña siempre el cuerpo físico y esta vigilante de lo que pueda suceder o ocurrir, y detiene los peligros que le pueden suceder. En suma, es quien cuida a la persona para que no le pase nada. Cuando a la persona le ocurre lo contrario es porque la persona no comparte con él en ningún momento.
AMUÑANI (ES LA SOMBRA REFLEJADA POR LA LUZ) Es el espíritu que resume las otras manifestaciones, comparte del mundo natural y sobrenatural. Es una especie del otro yo ó mi par. El hace viajes al mundo sobrenatural para inspeccionar el destino de la materia. Trabaja muy unido al UWANY, que siempre está en el organismo humano. Se retira del cuerpo cuando este muere, pero puede abandonarlo antes del fallecimiento y vagar errantemente.
ANIGUI (ES EL CORAZON) Este cuarto o el uno más, lo hemos acondicionado a la fuerza de un compás cronológico que marca el tiempo de la existencia del cuerpo en el mundo material.
Concepto de Post-morten
Después de la muerte el UWANI y el ÁFURUGU retoman con signos vitales a través de sueños, con informaciones sabias y entregando una agenda de códigos de conducta social y moral a seguir para cumplirlos a cabalidad enmarcados en los códigos valorativos culturales garífunas.
De esta forma si algunas familias no cumplen con el ancestro; se corre el riesgo gravísimo que BABA baje a castigarlos con su sacro enojo.
De esa relación cosmovisional surge la primera fiesta o juego en la cultura garífuna.” El Dügü” Las expresiones: fiesta o juego son términos usados en las comunidades. La muerte, su concepción en ese marco es un proceso más de la vida; es la elevación máxima del hombre. El estatus en el panteón garífuna es eterno con procesos de dedicación.
Fragmentos de ceremonias y ritos del Dügü
GAYUNARI, DABUYABA: Es el templo construido para dichos ritos y ceremonias. La construcción es con los materiales naturales de la región. Los cortes del material son en base con los movimientos de la luna y se ejecutan campos cabalísticos y cantos para pedirle permiso o la autorización a la naturaleza.
ABINIRUNI: Se trata de la bendición del templo, con ritmos de los tambores y cantos.
ARUDUJATIÑU: Se trata de invitar, citar y ofrendar.
ADUGAJATIÑU: Son los hombres y mujeres encantados por el Buyei, destinados a la faena de la pesca de mariscos en pareja, para el banquete de los espíritus ancestrales.
ARECIBIJANI: Es el recibimiento de los pescadores encantados en la playa con ritmos de tambores y cantos.
ABELAGUDUNI: Es el acto de la entrada de los mariscos al templo.
ADAGARAGUDUNI: Es la acción de ofrendar a los ancestros y el compartir con el prójimo.
AREIRAGUAGUDUNI: Es el marco teológico de la invocación de los espíritus ancestrales y de los espíritus GIYURUJAS asesores del Buyei.
ADUGURUJANI: Es la acción de machucar la tierra con las plantas del pie en una forma danzada, es la danza milenaria del ancestro. El término DÜGÜ en su contenido significa machucar la tierra.
AMALIJANI: Son cantos y ritmos de estribillos para el apaciguamiento de la furia de los ancestros por irrespeto a los códigos teológicos de la ritualidad del Dügü.
AYUMARAGUNI: Son cantos sagrados de trascendencia elvativa, por medio del cula corregirán el irrespeto a los códigos ritualísticos.
OUWEJANI: Es la posesión del espíritu ancestral a una persona viva.
AGUBURIGU: Son los ancestros que se revelan inchidos de alegría en respuesta a que recibieron las ceremonias del Dügü plenamente.
La cultura garífuna y la celebración del mes de la herencia Africana en Honduras
En abril de 2002, el Congreso Nacional de Honduras declaró oficialmente abril como el “Mes de la Herencia Africana” mediante el Decreto Legislativo N.º 330-2002. El objetivo fue reconocer y resaltar el aporte cultural, histórico, político y social de los pueblos afrodescendientes en la identidad nacional
La cultura garífuna es una de las manifestaciones más ricas y representativas de la herencia africana en Honduras. Este grupo Afrocaribeño, con una historia que se remonta a la mezcla de africanos, indígenas caribes y arawak, ha logrado preservar sus tradiciones, lengua, música y costumbres a lo largo de los siglos, a pesar de las dificultades y desafíos a los que ha sido sometido.

Uno de los eventos más importantes para la comunidad garífuna en Honduras es conmemoración del Mes de la Herencia Africana, que se lleva a cabo anualmente en el mes de abril. Este mes es una oportunidad para rendir homenaje a las raíces africanas de la cultura garífuna y recordar su lucha, su resistencia y su aporte fundamental a la identidad nacional. La celebración tiene un enfoque en resaltar la historia, las tradiciones y el legado de los pueblos africanos, cuya influencia es notable en la música, la danza, la gastronomía, y las costumbres garífunas.
Durante el mes de abril, se organizan diversas actividades que incluyen festivales culturales, exposiciones artísticas, conciertos de música tradicional garífuna, y presentaciones de danza, como la famosa “Punta”, un baile representativo de la comunidad. Además, se realizan foros y conferencias sobre la historia y la situación actual de los pueblos garífunas, lo que permite una reflexión sobre su identidad y el reconocimiento de sus derechos.


En las celebraciones también se destaca la lengua garífuna, un idioma de gran valor cultural que ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La lengua, junto con la música y la danza, es un pilar fundamental que mantiene viva la esencia de la cultura garífuna y su conexión con sus ancestros.
El mes de la herencia africana no solo es un momento para celebrar, sino también para hacer conciencia sobre la importancia de la preservación de la identidad y los derechos de los pueblos afrodescendientes en Honduras. En este sentido, la celebración se convierte en un llamado a la unidad, el respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural que caracteriza a nuestro país.
Así, la comunidad garífuna no solo celebra su herencia durante abril, sino que también refuerza su compromiso con la lucha por la inclusión, el respeto a los derechos humanos y la preservación de su legado para las futuras generaciones.