Armando Crisanto M. (Uayujuru Saravanga)
Armando Meléndez, nació en la comunidad garífuna de San Juan (Durugubuty Bey Bey), Tela, Atlántida. Culminó la educación primaria en la Escuela Vicente Cáceres, en Tela. En la década de 1950 se trasladó a San Pedro Sula, donde realizó trabajos irregulares, desde barrendero hasta el de pintor de automóviles. Practicó el boxeo y representó a Honduras en los Juegos Olímpicos de México, en 1968. A comienzos de la década de 1960 emigró a Tegucigalpa, donde se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras, en el Instituto Alfonso Guillén Zelaya. Desde 1962 se integró a un grupo de danzas garífunas que dirigía Lino Álvarez Sambula, líder de un pequeño asentamiento garífuna en Tegucigalpa.
Coreógrafo y etnólogo hondureño. Director Ejecutivo y Artístico del Centro de la Cultura Garinagu de Honduras y el Ballet Nacional Folklórico Garífuna. Meléndez participó en congresos de la Cultura Negra de las Américas: en Cali (Colombia, 1977), Panamá (1980), Venezuela (1980), Brasil (1982), Jamaica (1982), Senegal (1984), Estados Unidos, entre otros países. Gracias a esas experiencias conoció sobre la presencia en la historia de la cultura africana. Desde entonces, asegura haber experimentado una “metamorfosis”.
Crisanto estableció las bases del Ballet Nacional Folklórico Garífuna. Entre 1970 y 1976 presidió una organización afro-hondureña que antecedió a la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH). Paralelamente, fomentaba la participación de danzas garífunas en las celebraciones patronales y cívicas en asentamientos mestizos y ladinos. Así, para 1972 la antigua Feria Patronal de San Isidro —que se celebraba en La Ceiba con una procesión religiosa— había adquirido un carácter carnavalesco, que incluía presentaciones públicas de danzas garífunas que él coordinaba.
La herencia africana del pueblo garífuna, superficialmente comprendida y apenas valorada hasta entonces por sus propios representantes —especialmente en La Ceiba—, comenzó a ser rescatada por el compromiso de Meléndez, con el apoyo del Instituto Hondureño de Turismo bajo la dirección de Jacobo Goldstein. De esta manera logró una reevaluación africanista de la cultura garífuna en La Ceiba, ciudad con una historia racial particular y con un significado diferente al de otras poblaciones urbanas de la costa caribeña de Honduras.
En ese contexto se empeñó en el estudio del acervo etnográfico conservado por los ancianos garífunas, que brindaría los fundamentos coreográficos para las danzas por las cuales es hoy reconocido internacionalmente. Hacia 1977 Meléndez había logrado integrar sus proyectos culturales con iniciativas privadas promovidas por instancias estatales como parte de una nueva política cultural nacionalista.
La Secretaría de Cultura y Turismo comenzó a financiar el Ballet Nacional Folklórico Garífuna, que hizo su primera presentación en el extranjero en 1983. Durante la década de 1990 publicó varias obras sobre la cultura garífuna y sus raíces, provenientes no solo de San Vicente, sino de África. Estos escritos y publicaciones lo llevó a ser el principal portavoz de la intelectualidad garífuna tanto en Honduras como en el extranjero. En la actualidad, Crisanto Meléndez continúa dirigiendo el Ballet Nacional Folklórico Garífuna de Honduras y también preside el Centro de la Cultura Garinagu, dedicado a reivindicar la cultura garífuna en sus diferentes manifestaciones.